El mundo retrocede, nosotrxs no. Las crónicas de Cristina Burneo Salazar, recogidas en Historias de desobediencia, han tenido su propio camino de interrupción sobre las maneras de narrar experienceias de violencia. Su escritura va en contra de la línea recta del tiempo, insiste en los nobres de las personas cuyos caminos acompaña y construye una poética de los esfuerzos cotidianos frente al poder.
El conjunto de interrupciones que danforma a este libro crea nuevos terrenos para leer por fuera de las exigencias de la inmediatez, proponiendo un ejercicio de la memoria para inventar más gestos desobediencia.
Estas historias son un coro desbordante de desobediencia.
The world goes backwards, we don't. The chronicles of Cristina Burneo Salazar, collected in Stories of disobedience, have had their own way of interrupting the ways of narrating experiences of violence. His writing goes against the straight line of time, he insists on the names of the people whose paths he accompanies and builds a poetics of daily efforts against power.
The set of interruptions that shape this book creates new fields to read outside the demands of immediacy, proposing an exercise in memory to invent more disobedience gestures.
These stories are an overflowing chorus of disobedience.